jueves, 1 de septiembre de 2011

Primer día de guardería

Finalmente llegó el día, y allí fuimos con la mochila preparada, la peque un pelín dormida porque no suele levantarse tan temprano, y yo muy nerviosa, la noche anterior casi no dormí pensando y volviendo a pensar, creo cerré los ojos cerca de las cinco.
Mientras caminaba pensaba que seguro que estaría vacía porque hay muchos nenes aún de vacaciones y temía ser la única mamá, pero no fue así los llantos se escuchaban practicamente desde la esquina, el corazón comenzó a la latirme, después vino el nudo en la garganta, y tengo que confesar que entré llorando, de los 12 niños 8 lloraban a grito pelado, mi hija se asustó al ver el panorama, no lloraba pero la tenía en brazos agarrada como  nunca, la maestra me hablaba, yo le quería explicar cosas que me habían quedado pendientes pero no pude porque no quería seguir llorando, y asustar a los niños.
Dejé la mochila luego bajé a mi peque le mostré los juguetes, que son como los de casa le di un besito y me fui.

La dejé una hora, llegué a casa me duché di unas vueltas por la casa, tipo perro perdido porque a pesar de que tengo miles de cosas para hacer, no encontraba nada en ese momento. Salí cinco minutos antes, entre a la sala ella estaba jugando y cuando escuchó mi voz lloró un poquito.
La maestra me comentó que había llorado un momento pero que después se había calmado, salimos fuimos al parque, por la tarde a la playa, y ahora duerme y descansa porque mañana nos toca otra vez.
Mi hija no había ido a la guardería antes porque me lo combinaba con la universidad, las abuelas que vinieron de sus respectivos países a darnos una mano, y la excedencia que se acaba en octubre, este año los horarios de mi universidad son bastante raros, mi marido hace muchas guardias y como estamos en Catalunya, y la sanidad está en la UCI, por decirlo de alguna manera, la cosa no está como para recortarse horas.

Este fin de semana me repetía lo afortunada que había sido por haber estado juntas todo este tiempo, tanto papi como yo creemos que lo mejor es que esté con la familia nos gustan tanto las guarderías como los geriatricos, que es igual a cero. Pensamos que necesitan presencia de la madre o el padre, que no aprenden nada en las guarderías que no le podamos ofrecer en casa, que los primeros años son fundamentales para su desarrollo posterior, que se enfermará menos y una largo etc, pero no podemos combinar nuestros horarios, es algo imposible totalmente,y yo tengo que terminar la carrera, porque ya no es mi futuro sino el  de mi familia, papá podrá quitarse guardias de encima para estar más con la peque, podremos tener otro hijo, y con el mismo convencimiento con el que decidimos que no iría el primer año la lleve hoy, pensando que no era lo mejor, pero al menos era lo menos malo.
Le contaré que ha sido una valiente por haberme permitido terminar mis estudios para que todos estemos mejor.
Espero que mañana sea un día mejor, la llevaré un poco más tarde porque a mí no me importa y los nños que entran a las 9 no estarán llorando tanto, o al menos eso espero.


lunes, 22 de agosto de 2011

Caídas

Mi hija camina hace poco más de un mes, se tomó su tiempo, llevaba intetándolo muuucho tiempo, pero finalmente un día sola decidió dar unos pasitos,(mi cintura bailó de alegría) y al día siguiente iba super feliz con ese andar típico de los que recién se largan.
Ahora lo hace bastante mejor, no es una experta pero poco a poco perfecciona su técnica, el problema viene cuando se olvida que es una caminadora "nobel" y  pisa el acelerador, casi siempre termina en caída, al menos pone las manos, porque ya se hubiera quedado sin incisivos.
No le gusta nada que le dé la mano para ayudarla, se enfada y casi siempre acaba en rabieta, si vamos por la calle no me sigue, ella a lo suyo, y yo detrás de ella, porque me veo venir los accidentes, la verdad es que en la calle no se cae tanto pero en casa cuando intenta explorar siempre acaba mal.
Lo que más le gusta es ir detrás del gato, y veo pasar al gato y a ella detrás super contenta, suerte que los felinos son bastante listos y cuando se cansa de la persecusción encuentra refugio entre los libros de las estanterías. Yo voy detrás vigilando porque el gato es muy tranquilo, pero también está en todo su derecho de cansarse y marcar límites, y no paro de decir R no molestes al gato, que se enfadará, supongo que no me entiente pero al menos lo intento.
El tema de los gatos es para otro post, porque sobrevivieron al vaticinio general de que matarían a la niña y que le harían mil cosas, pero con la maternidad no sólo aprendes a ser madre también a auto-vacunarte contra los consejos/opiniones/comentarios de expertos en puericultura.




viernes, 19 de agosto de 2011

Comenzando

Hace poco más de un año  mi vida dio un giro muy grande con el nacimiento de mi hija, mientras esperaba su llegada, descubrí muchos blogs de madres que comparten sus vivencias, a los cuales quede muy ligada. Me han servido para aprender muchas cosas y descubrir diversos puntos de vista.

 Lo que más me  gusta del blog es la posibilidad que da la escritura de almacenar recuerdos, porque aunque intente recordarlo todo, sé que hay cosas que inevitablemente olvido, y continuaré olvidando, por esta razón me animo a comenzar a plasmar lo que me sucede cotidianamente por este medio.


 La maternidad cambió totalmente mi vida, mis prioridades, mis sentimientos, hasta mis rutinas, pasé de ser yo, a ser yo, más mi otra mitad, por eso digo que para mí es un submundo, antes era una persona ahora creo que me han agregado una parte. En mi entorno más cercano no tenía referencias de madres, ni amigas, ni primas, ni hermana que tuviera un niño por lo que mi hija fue mi primera vez con un bebito, con ella aprendo cada día porque no tengo a quien imitar ni seguir, ni consultar. Creo que una de mis mayores referencias fueron los blogs que leo, por eso invito a compartir vivencias y opiniones, puede que ayude a alguien que pase por lo mismo y seguramente me seguiré enriqueciendo de las historias de otras madres...Todos son bienvenidos